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Descubre cómo la amortización fiscal puede ser un gasto deducible en tu empresa


18/03/2023





La amortización fiscal como gasto deducible

Introducción

En el ámbito fiscal, la amortización es un término muy importante que todo empresario debe conocer. Se refiere a la pérdida de valor que sufre un bien con el paso del tiempo y su uso en la empresa. La ley permite que se considere la amortización fiscal como gasto deducible, lo que repercute en una disminución de la carga tributaria. A continuación, se explicarán en detalle los conceptos asociados a la amortización fiscal.

¿Qué es la amortización fiscal?

La amortización fiscal es la cantidad de dinero que la empresa puede deducir de su base imponible de forma anual para compensar el desgaste que sufren sus bienes. Es decir, la empresa puede deducir una parte del costo de adquisición del bien cada año como un gasto a efectos fiscales.

¿Qué bienes se pueden amortizar?

No todos los bienes son amortizables. La ley establece que solo pueden ser objeto de amortización fiscal aquellos bienes que cumplan con las siguientes características:

  • Bienes tangibles: Se refiere a los bienes físicos, como maquinarias, equipos, vehículos, edificios, entre otros.
  • Bienes intangibles: Se refiere a los bienes que no tienen una existencia física, pero que tienen un valor económico, como patentes, marcas, derechos de autor, entre otros.
  • Bienes de larga duración: Se refiere a los bienes que tienen una vida útil superior a un año. Esto significa que no se pueden amortizar los bienes que se consumen en un corto periodo de tiempo.

¿Cómo se calcula la amortización fiscal?

La amortización fiscal se calcula dividiendo el costo de adquisición del bien por el número de años que se ha estimado que puede durar su vida útil. El resultado obtenido se considera un gasto para la empresa y se puede deducir de su base imponible.

¿Cuáles son los beneficios de la amortización fiscal?

La principal ventaja de la amortización fiscal es que permite reducir la carga tributaria de la empresa. Al considerarse como un gasto, la empresa puede deducirlo de su base imponible, lo que se traduce en una disminución del monto a pagar en impuestos.

Otro beneficio de la amortización fiscal es que se puede utilizar para mejorar la gestión y rentabilidad de la empresa. Al conocer cuánto tiempo dura la vida útil de los bienes, se pueden planificar las inversiones y renovaciones necesarias de forma más eficiente.

Conclusión

En conclusión, la amortización fiscal como gasto deducible es un concepto clave en el ámbito fiscal de cualquier empresa. Es importante conocer cuáles son los bienes que se pueden amortizar y cómo se calcula la amortización fiscal para aprovechar sus beneficios y mejorar la gestión y rentabilidad de la empresa.